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La semana pasada hablamos sobre las palabras, y el poder y responsabilidad que conlleva usarlas para construir o, en su defecto, destruir. Hoy hablaremos de la ausencia de palabras y de sonidos, hoy hablaremos del silencio y cómo este también es una forma de comunicarnos.

El silencio nos permite escuchar nuestra voz interior (nuestro pensamiento) y nos permite reflexionar, meditar e imaginar cientos de escenarios donde somos nosotros el artista que dibuja cada una de las realidades. Nos permite hablar(nos), entendernos y reconocer que tenemos algo que decir. El silencio físico, nos permite fluir en la mente, estar más presente y prestar atención a los detalles de la realidad. Nos ayuda a concentrarnos, enfocarnos, manejar nuestra atención a nuestro antojo y, a su vez, volar con la imaginación.

Ilustración de mi libro «libérame» – 2019

Ya decía el poeta italiano, Arturo Graf, en un intento (en mi opinión muy acertado) de describir lo que era el silencio y cuál era su poder real: Las grandes elevaciones del alma no son posibles sino en la soledad y en el silencio“. Lo interesante de la frase de Graf es que relaciona silencio y soledad como dos factores esenciales para la elevación del alma, que bien ahora podemos entenderla como la meditación o la constante reflexión de nuestro actuar, que usualmente se da cuando estamos a solas. Graf tiene varias reflexiones sobre la libertad interior y la empatía como resultado, y a mi parecer es como una fila de dominó, donde cada paso desbloquea el otro.

Aquel que no entiende tus silencios, lo más seguro es que tampoco entienda tus palabras.Elbert Hubbard


Elbert Hubbard, escritor estadounidense, resumió en esa frase excepcional que cuando no hablamos los seres humanos también decimos muchas cosas, si alguien nos quiere de verdad sabrá entendernos incluso cuando no digamos nada. Cuando el silencio llene todos los espacios en donde estemos, y solo nos encontremos con la persona amada, habrá tiempo para apreciar(nos), para ver(nos) y para amar(nos) en un lenguaje mucho más poderoso que la palabra misma.

Es una ironía que cuando menos hablemos, más nos entendamos. Y es ahí donde radica el poder del silencio. El poder de decir sin decir, el poder de hablar al callar, el poder hacerte escuchar sin emitir un solo sonido. En la vida hay cosas que no podemos describir con palabras, pero el silencio tiene ese don de sentir y saber solo con el hecho de saber.

Es bonito hablar sobre las cosas bellas y es aún más bonito mirarlas en silencio.Dejan Stojanovic

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